Soluciones ganaderas para el cambio climático

La ganadería es clave para la seguridad alimentaria. La carne, la leche y los huevos proporcionan el 34% de la proteína que se consume en todo el mundo, e igualmente micronutrientes esenciales como la vitamina B12, vitamina A, hierro, zinc, calcio y riboflavina.

Pero su contribución a la seguridad alimentaria y la nutrición va mucho más allá e incluye una gama de otros bienes y servicios, como el estiércol y la tracción animal. Cientos de millones de personas vulnerables confían en la ganadería en un clima cambiante, debido a la capacidad de los animales para adaptarse a las condiciones marginales y resistir las crisis climáticas.

Los productos ganaderos son responsables de más emisiones de gases de efecto invernadero que la mayoría de las otras fuentes de alimentos. Las emisiones son causadas por la producción de alimento, la fermentación entérica, los desechos de animales y el cambio en el uso de la tierra.

Las cadenas de suministro de ganado representan 7.1 GT CO2, equivalente al 14.5% de las emisiones antropogénicas globales de gases de efecto invernadero (GEI). La ganadería bovina (carne de res, leche) es responsable de alrededor de dos tercios de ese total, en gran parte debido a las emisiones de metano resultantes de la fermentación ruminal.

Las emisiones de metano entérico representan el 30% de las emisiones  mundiales de metano. Debido a que el metano es un contaminante climático de vida corta, la reducción de las emisiones de metano entérico puede ayudar a mitigar el cambio climático dentro de nuestro actual tiempo de vida.

La producción ganadera baja en carbono es posible. Pero la acción debe ser mucho más decisiva, ya que el sector ganadero está creciendo rápidamente. La demanda de carne, leche y huevos en los países de bajos y medianos ingresos está aumentando, principalmente impulsada por el crecimiento de la población humana, los ingresos más altos y la urbanización.

Existe una oportunidad considerable para reducir las emisiones y crear compensaciones. La voluntad política de hacerlo así ha sido expresada. Noventa y dos países en desarrollo han incluido el ganado en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) en virtud del Acuerdo de París. La decisión de la COP23 sobre agricultura enumeró seis áreas de trabajo a las cuales contribuye la ganadería, incluyendo un área dedicada a sistemas mejorados de manejo ganadero. Para avanzar, necesitamos políticas efectivas, instituciones sólidas y la adopción de prácticas avanzadas. La FAO propone las siguientes tres formas para reducir sustancialmente las emisiones de la producción ganadera:

  • mejoras de productividad que reducen las intensidades de
    emisiones;
  • captura de carbono a través de un manejo mejorado de los
    pastos;
  • una mejor integración ganadera en la bio-economía circular.

Estas soluciones se pueden combinar y están bien alineadas con las
áreas de trabajo decididas en la COP23, incluida la adaptación y la
resiliencia.